La inteligencia artificial autónoma de Algotive tiene muchos casos de uso, incluida la video vigilancia para responder a comportamientos fraudulentos en las instalaciones de las sucursales bancarias. Por ejemplo, si el sistema determina que la conducta de alguien es sospechosa, el sistema alertará de forma autónoma al personal de la sucursal, o incluso a las fuerzas del orden público, en tiempo real. También continuará haciendo un seguimiento de la situación con todos los recursos a su disposición.
Ese es el poder de la inteligencia artificial autónoma.
La IA de Algotive va mucho más allá del reconocimiento facial común: sobresale en el reconocimiento de situaciones específicas. “Observa” cuerpos enteros, sus movimientos, expresiones e incluso gestos con las manos. Eso es inteligencia artificial autónoma, y su potencial es simplemente gigantesco en todas las industrias.
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